Nos encontramos atravesando una situación difícil, como el incremento
acelerado de contagios, muertes, encierros de cuarentena, encarcelamientos
masivos y uso de la fuerza, mayor coartación de los derecho humanos, ciudades
desoladas y militarizadas, distanciamiento social, especulación y
acaparamientos de víveres, cierres de escuelas, cierre de fronteras y trasporte
público interprovincial, restricción vehicular, toques de queda, indiferencia
en comunidades más marginadas que viven del día a día y no tienen sustento para
sus familias, aumento de la precariedad y la desigualdad, campaña publicitaria
millonarias por parte del Estado y falta de insumo en los hospitales, una
sociedad adoctrinada, sumisa y paralizada por el miedo, que obliga a la
Humanidad a repensar en su deber ser, ya que después de esta pandemia el mundo
no va a ser igual. Creemos que es el momento de reflexionar y cambiar lo que ha
sido: Nuestras relaciones cotidianas, la política, la cultura y sobre todo la
economía, cuyo modelo económico ha favorecido a los grandes intereses de los
grupos financieros del país dejando de lado a la gran mayoría de la población
con necesidades básicas insatisfechas que hoy más que nunca se han evidenciado claramente
la importancia de los sistemas de salud, educación, seguridad y de soberanía
alimentaria, entre otros. Ver más (descargar)
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